Kendrick Lamar hizo historia este domingo al convertirse en el artista del Halftime Show más visto en la historia del Super Bowl, superando a Usher y marcando un hito con 133,5 millones de espectadores en su presentación durante el Super Bowl LIX. Según cifras oficiales de Rock Nation —empresa de Jay Z y coorganizadora del evento—, el rapero logró un incremento del 3 % frente a los 129,3 millones del show de Usher en 2024.
Un espectáculo con mensaje político y guiños épicos
En apenas 13 minutos, Kendrick fusionó décadas de trayectoria con un relato visual repleto de storytelling y crítica social. Samuel L. Jackson abrió el acto caracterizado del Tío Sam, seguido por un despliegue coreográfico que incluyó llamadas a la justicia racial y escenas simbólicas sobre la identidad afroamericana. La única invitada musical fue SZA, quien lo acompañó en ‘All The Stars’, mientras Serena Williams apareció brevemente durante la interpretación del polémico ‘Not Like Us’, tema clave en su disputa con Drake.
Beef con Drake y récords legales
El show no evitó referencias a su rivalidad de una década con Drake. Aunque no lo nombró directamente, letras modificadas y gestos durante ‘Euphoria’ dejaron clara la tensión. La presentación llega en un momento álgido: Drake demandó a Lamar por difamación tras los diss tracks intercambiados, un conflicto judicial que sigue en curso.
El top 5 de los Halftime Shows más vistos
Con Lamar en la cima, el ranking queda así:
- Kendrick Lamar (2025): 133,5 millones
- Usher (2024): 129,3 millones
- Rihanna (2023): 121 millones
- Katy Perry (2015): 118,5 millones
- Lady Gaga (2017): 117,5 millones
¿Por qué los artistas no cobran?
Como es tradición, la NFL no paga a los protagonistas del Halftime Show. Sin embargo, la exposición mediática —equivalente a campañas publicitarias multimillonarias— impulsa ventas de música, giras y marcas. En el caso de Lamar, el show reforzó su imagen como voz activista del hip-hop.
Con este triunfo, Kendrick no solo celebra un récord: consolida su legado como narrador de una generación. Y, de paso, enciende más la llama de una rivalidad que sigue captando titulares.
