La Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID), históricamente un brazo clave del "poder blando" estadounidense, enfrenta su momento más crítico en décadas. Mientras el gobierno de Trump congela su ayuda exterior y amenaza con cerrarla, los datos de 2023 revelan un mapa desigual de financiamiento en América Latina: Colombia, Haití y Venezuela lideran como principales receptores, mientras países como Argentina, Uruguay o Chile casi no figuran.

El contexto: USAID en la cuerda floja
- Congelamiento y críticas: La orden de Trump de paralizar la ayuda exterior y la página web inoperativa de USAID reflejan una tensión política sin precedentes. El presidente ha calificado a la agencia como "innecesaria", pese a su rol en proyectos de democracia, salud y desarrollo en más de 100 países.
- Cifras globales vs. América Latina: En 2023, USAID distribuyó US$42.000 millones a nivel mundial, pero sólo US$1.700 millones (4%) llegaron a Latinoamérica, la región menos beneficiada. África subsahariana (US$12.100millones) y Europa (US$17.200 millones) acapararon la mayor parte.

¿A dónde fue el dinero en Latinoamérica?
Los 5 países que concentran el 70% de los fondos:
- Colombia (US$389 millones):
- Destino principal: Asistencia humanitaria (migración venezolana, desplazados internos) y gobernanza (lucha contra narcotráfico y corrupción).
- Beneficiarios: Empresas como Chemonics y Development Alternatives, junto a ONG no identificadas.
- Haití (US$316 millones):
- Enfoque: Programas contra el VIH/SIDA, agricultura y educación en un país colapsado por crisis políticas y pobreza extrema.
- Socios clave: Programa Mundial de Alimentos, organizaciones religiosas (IMA World Health, Catholic Relief Services) y una empresa estadounidense sin nombre.
- Venezuela (US$205 millones):
- Prioridad: Ayuda humanitaria (migrantes y población vulnerable) y salud (medicamentos, equipos médicos).
- Destinatarios: Tres ONG anónimas, la ONU y la Fundación Panamericana para el Desarrollo.
- Guatemala (US$178 millones):
- Áreas clave: Gobernanza (combate a la corrupción), respuesta a emergencias (desastres naturales) y agricultura.
- Aliados: Futures Group Global, World Vision y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
- Honduras (US$144 millones):
- Proyectos: Agricultura sostenible, fortalecimiento institucional y preparación ante desastres.
- Actores: Development Alternatives, Creative Associates International y cooperativas locales como Cohonducafe.
Los invisibles: Países que casi no reciben fondos
- Cuba (US$9 millones): Aunque USAID financia proyectos de democracia, el bloqueo limita su alcance.
- Bolivia (US$0,6millones) y Chile (US$0,6millones): Ayuda marginal, enfocada en cooperación técnica.
- Argentina y Uruguay (US$0): Ningún proyecto registrado en 2023, algo que expertos atribuyen a su estabilidad relativa y políticas soberanas.
Patrones y polémicas
- Opacidad en beneficiarios: Empresas estadounidenses (Chemonics, Development Alternatives) y ONG sin nombre aparecen recurrentemente, generando dudas sobre transparencia.
- Enfoque en "seguridad": Colombia y Centroamérica reciben fondos vinculados a migración y narcotráfico, alineados con la agenda geopolítica de EE.UU.
- Ausencia de infraestructura: La ayuda prioriza lo humanitario y la gobernanza, pero evita megaproyectos de infraestructura, clave para el desarrollo a largo plazo.
¿Qué pasa si Trump cierra USAID?
- Vacíos críticos: En Haití o Venezuela, donde la ayuda salva vidas, su desaparición agravaría crisis humanitarias.
- Oportunidad para China: Pérdida de influencia estadounidense en la región, donde Pekín ya avanza con inversiones en infraestructura.
- Impacto en democracia: Proyectos de transparencia y derechos humanos quedarían en el aire, especialmente en países con gobiernos autoritarios.
Mientras Trump decide el futuro de USAID, América Latina observa con inquietud. La ayuda, aunque modesta, es un salvavidas para millones. Sin ella, la región deberá buscar alternativas… o enfrentar las consecuencias.