Beirut, Líbano / Gaza, Palestina — En medio de escombros y calles devastadas por la guerra, una canción del puertorriqueño Bad Bunny resuena como un himno inesperado para miles de palestinos que intentan reconstruir sus vidas tras el último conflicto con Israel. "DtMF" (Debí tirar más fotos), tema central de su más reciente álbum Nadie Sabe Lo Que Va a Pasar Mañana, se ha convertido en la banda sonora de videos compartidos en redes sociales por gazatíes y libaneses que añoran sus hogares destruidos.
Letras que cruzan fronteras
La plena "DtMF", género tradicional de Puerto Rico, habla de arrepentimiento por no capturar suficientes momentos con un ser querido, metáfora que los palestinos reinterpretan como un lamento por su tierra. "Oh, cuánto te extraño" o "Estamos listos para reconstruir" son algunos de los mensajes que acompañan los clips, donde se muestran imágenes de Gaza antes de los bombardeos que dejaron más de 46.000 muertos desde octubre de 2023.
Marie-Jose Azzi, periodista del Servicio Árabe de la BBC en Líbano, explica que, aunque el álbum de Bad Bunny está impregnado de símbolos puertorriqueños —como la lucha contra el colonialismo estadounidense—, su mensaje trasciende idiomas. "Alguien tradujo la letra en TikTok y se volvió viral. La gente aquí no habla español, pero se identifica con la rabia y la nostalgia", afirma.

De Puerto Rico a Gaza: una conexión inesperada
El disco, que lidera las listas globales de Spotify y Billboard, denuncia la crisis económica, el desplazamiento forzado y la injerencia política en Puerto Rico, temas que resuenan en territorios bajo ocupación o conflicto. "Los palestinos ven similitudes: sienten que su tierra fue robada, como Puerto Rico tras la invasión de EE.UU. en 1898″, señala Azzi. Incluso detalles como las sillas de plástico en la portada del álbum —típicas de los barrios populares boricuas— encuentran eco en Líbano, donde son un símbolo de reuniones familiares en medio de cortes de luz crónicos.

Ritmos que unen
Más allá de la política, el reguetón y la plena de Bad Bunny conectan por su energía. En Beirut, "Baile Inolvidable" suena en pizzerías, mientras "Gasolina" de Daddy Yankee sigue siendo un clásico en las discotecas. "Tenemos el mismo clima, playas y veranos. La música latina nos hace bailar, pero ahora también nos hace reflexionar", comenta Azzi.
Un grito contra el olvido
Tras el alto al fuego del 15 de enero, miles regresaron a Gaza para encontrar sus casas reducidas a escombros. Los videos con "DtMF" no solo documentan la destrucción, sino que exigen memoria. "Debí darte más besos y abrazos las veces que pude", canta Bad Bunny, mientras las imágenes muestran escuelas derrumbadas y mercados que ya no existen.
Para Azzi, este fenómeno es único: "Nunca vi un disco político extranjero, con letras tan locales, volverse viral aquí. Es un recordatorio de que las luchas por la identidad y la tierra son universales". Mientras tanto, Bad Bunny, sin hacer declaraciones públicas, sigue rompiendo récords: su música no solo domina las listas, sino que teje puentes entre el Caribe y un Medio Oriente herido que se aferra a la esperanza.
