Jenniffer González Colón asumió el cargo de gobernadora de Puerto Rico el jueves, en una ceremonia marcada por el descontento popular debido a un reciente apagón que afectó a la isla. La juramentación de González, quien fue reelegida para un histórico tercer mandato consecutivo, se llevó a cabo frente al Capitolio de Puerto Rico, en un evento que estuvo empañado por la ira de los ciudadanos que exigen una mejora en el sistema eléctrico de la isla.
González, miembro del Partido Nuevo Progresista y una firme defensora de la estadidad para Puerto Rico, se comprometió a resolver la crisis energética que afecta a la isla. En su discurso, mencionó su intención de nombrar a un "zar de la energía" para revisar posibles incumplimientos contractuales y buscar un nuevo operador para reemplazar a Luma Energy, la empresa privada encargada de la transmisión y distribución de energía en Puerto Rico.
Antes de la ceremonia, González participó en una misa en la parroquia Santa Teresita de San Juan, donde expresó su gratitud y pidió sabiduría para cumplir sus promesas. Sin embargo, la ceremonia estuvo marcada por una protesta aislada, en la que una manifestante con el rostro cubierto interrumpió la misa en protesta por los constantes apagones.
Además, un grupo creciente de manifestantes se reunió en el Capitolio para exigir respuestas sobre la situación eléctrica.
La protesta refleja la creciente frustración de los puertorriqueños con el sistema de energía, que ha sido una fuente constante de problemas para la isla, especialmente después de los efectos de los huracanes en los últimos años.