La esperada secuela de "Zootopia" (Zootrópolis) regresa con Judy Hopps y Nick Wilde enfrentando un caso que desafía no solo sus habilidades detectivescas, sino también su capacidad para comprender a los demás, introduciendo nuevos personajes como Gary De’Snake, una serpiente con un corazón enorme y un pasado secreto que conmociona la ciudad.
Gary De’Snake: un catalizador de empatía
Ke Huy Quan, voz del personaje en la versión original, destaca que Gary personifica la empatía: "Solo puedes imaginar cómo es vivir siendo incomprendido constantemente. Aun así, mantiene una actitud positiva y esperanzadora". La serpiente se convierte en el eje de una reflexión más profunda sobre los prejuicios, llevando a Judy y Nick a cuestionar los estereotipos de su sociedad.
La evolución de Judy Hopps
Ginnifer Goodwin, voz original de la coneja detective, revela que Judy enfrenta nuevas inseguridades: "Hay una nube de duda sobre ella. Ahora se pregunta si realmente se basó en su talento y mérito al salvar la ciudad". Sin embargo, su instinto se fortalece, aprendiendo a "ver más allá de las ideas preconcebidas" y separando sus emociones para conectar genuinamente con Gary.
La animación como espejo social
Quan, ganador del Óscar por "Todo a la vez en todas partes", valora cómo el estudio incorpora la personalidad de los actores en sus personajes: "Toman en cuenta cómo nos comportamos en la cabina de grabación". Goodwin añade que la franquicia mantiene su relevancia al explorar constantemente "diferentes maneras de ser mejores personas o mejores animales".
La película, que se estrena este miércoles, promete profundizar en el universo de Zootopia mientras mantiene su característica mezcla de entretenimiento y reflexión social, demostrando que las historias animadas siguen siendo vehículos poderosos para explorar la condición humana a través de metáforas animales.
