Rusia ha retomado sus ataques contra Ucrania inmediatamente después de finalizar la tregua de 30 horas decretada por Vladímir Putin durante la Pascua ortodoxa. En la madrugada del lunes, las fuerzas rusas lanzaron una oleada de al menos 91 drones y varios misiles sobre territorio ucraniano, según confirmaron las fuerzas aéreas de Kiev.
"Se han reanudado las acciones militares en la operación militar especial", declaró Putin este lunes, mientras presumía de "piedad cristiana" por haber propuesto el alto el fuego pascual. Sin embargo, el mandatario ruso se mostró ambiguo sobre futuros ataques a objetivos civiles, limitándose a señalar que "Rusia analizará las propuestas para una moratoria" en este tipo de acciones.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) detalló que los bombardeos nocturnos incluyeron un misil de crucero antibuque Onyx contra la región de Jersón, dos misiles antirradar Kh-31P en Mikolaiv, y 96 drones de ataque y señuelos lanzados desde Crimea y territorios rusos. Las regiones de Járkov, Dnipropetrovsk y Cherkasy sufrieron daños, mientras las defensas ucranianas derribaron 42 drones y otros 47 resultaron ser señuelos.
Ambas partes se han acusado mutuamente de violar masivamente la tregua. Según el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, que había respondido con escepticismo a la iniciativa rusa, su comandante en jefe reportó 2,935 violaciones del alto el fuego por parte de Rusia, incluyendo 96 asaltos contra posiciones ucranianas. El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, afirmó haber "observado estrictamente el alto el fuego", acusando a Ucrania de 4,900 infracciones.
El ministro de Exteriores ucraniano, Andrii Sibiha, recordó que Rusia sigue sin responder a la propuesta de Donald Trump de principios de marzo para una tregua incondicional de 30 días, que Kiev aceptó pero Moscú ignoró. "Rusia puede aceptar en cualquier momento la propuesta […] Rusia la rechazó, y el rechazo de Rusia a Estados Unidos dura ya 39 días", señaló Sibiha, añadiendo que "en vez de ello, el régimen de Moscú ha impuesto varias condiciones y ha agrandado el terror contra Ucrania y sus civiles".
Analistas consideran que la breve pausa rusa tenía como objetivo principal ganarse el favor del presidente estadounidense Trump, quien ha amenazado con abandonar las negociaciones de paz si no hay avances inmediatos.
