El puesto de aduanas de Malpasse, localidad haitiana fronteriza con Jimaní (República Dominicana), cayó en manos de una pandilla fuertemente armada, dejando al Estado haitiano sin control oficial sobre ese importante punto de entrada terrestre.
Según informó el diario Le Nouvelliste, hombres armados identificados como parte del grupo “los brigadistas”, liderados por un individuo apodado “Benbenn”, tomaron por la fuerza las instalaciones desde el pasado viernes, agredieron a los agentes de aduanas y los expulsaron del lugar.
El ataque se produjo tras la incautación de tres camiones cargados con baterías de litio, lo que desencadenó la violenta reacción del grupo. Además de apoderarse de esos vehículos, los agresores saquearon otras mercancías almacenadas, destruyeron la oficina y establecieron una especie de control ilegal con cabina de peaje incluida. Hasta el lunes, los funcionarios no habían podido regresar a sus puestos de trabajo.
Respuesta dominicana
Ante la creciente inseguridad en la zona, el comandante del Ejército de República Dominicana, mayor general Jorge Iván Camino Pérez, realizó una inspección en la provincia Independencia, donde está ubicado el cruce fronterizo con Malpasse. Durante su visita a la Fortaleza El Rodeo en Jimaní, exhortó a los soldados a redoblar esfuerzos contra el contrabando, el tráfico de indocumentados y los delitos ambientales.
La supervisión forma parte del operativo de refuerzo militar desplegado desde el 14 de mayo, que sumó 800 nuevos efectivos a la seguridad fronteriza en Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales. En Jimaní, 150 soldados fueron integrados al 14.º Batallón de Infantería, mientras en Dajabón se reforzó el 10.º Batallón con unidades procedentes de la Primera Brigada Militar.
Las autoridades dominicanas mantienen vigilancia activa ante la desestabilización del lado haitiano, que continúa enfrentando un deterioro institucional sin precedentes.