La líder opositora venezolana María Corina Machado renovó este sábado su llamado a la comunidad internacional para "sacar del poder" al gobierno de Nicolás Maduro, durante su participación virtual en la primera cumbre del grupo ultraderechista Patriots, celebrada en Madrid y encabezada por líderes europeos como el español Santiago Abascal (Vox) y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
En un mensaje grabado, Machado acusó a Maduro de ser el "jefe de redes criminales" y aseguró que su gobierno está "aislado internacionalmente, abandonado dentro del país y fracturado en su seno". "Tenemos que quebrarlo, y para eso los necesitamos a ustedes", insistió la dirigente, quien agradeció el apoyo de Patriots —coalición que ocupa la tercera fuerza en el Parlamento Europeo— en la "lucha por la libertad" en Venezuela.
Machado, que no aparece en público desde el 10 de enero —cuando denunció un "fraude electoral" tras la asunción de Maduro para un tercer mandato—, defendió la victoria del candidato opositor Edmundo González Urrutia en los comicios de 2024 y recalcó que el movimiento opositor venezolano no depende de "armas de fuego", sino de "organización social, inteligencia y amor". "Vamos a sacar a este régimen del poder. Esto es hasta el final", afirmó.
La cumbre, que busca consolidar a Patriots como alternativa a los bloques conservadores y socialistas en Europa, reunió a figuras como la francesa Marine Le Pen (Agrupación Nacional), el italiano Matteo Salvini (Liga) y el polaco Krzysztof Bosak, entre otros. Abascal, anfitrión del evento, fue destacado por Machado como un aliado clave "siempre al frente" de la causa opositora.
Fundado por Orbán, el grupo promueve una agenda contraria a la "inmigración masiva" en Europa y busca ampliar su influencia en el bloque. La cita en Madrid también contó con representantes de Portugal, Grecia, Estonia y República Checa, quienes respaldaron una postura común contra políticas migratorias aperturistas.
El llamado de Machado ocurre en un contexto de creciente presión internacional sobre Maduro, aunque sin el respaldo unánime de gobiernos occidentales. Mientras, la oposición venezolana enfrenta desafíos internos y externos para cohesionar una estrategia que logre revertir el control del chavismo en el país.