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Manitoba suspenderá suministro eléctrico a EE.UU. en medio de tensiones comerciales

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La provincia canadiense de Manitoba anunció este lunes que dejará de vender electricidad a Estados Unidos y permitirá que expiren sus acuerdos de exportación para destinar esa energía a proyectos canadienses. Esta decisión, que afecta a 500 megavatios de electricidad, se produce en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre ambos países, exacerbadas por las recientes políticas arancelarias y declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump.

Una decisión estratégica en tiempos de guerra comercial

Wab Kinew, jefe de Gobierno de Manitoba, explicó que la provincia descubrió que los contratos con la empresa Northern States Power, con sede en Minneapolis, expiraban a finales de este mes. Ante esta situación, decidieron "como canadienses y ciudadanos de Manitoba" utilizar esa energía para reforzar la economía nacional en lugar de renovar los acuerdos.

Esta medida no supone una modificación unilateral de las condiciones contractuales, sino la decisión de no renovar acuerdos que llegan naturalmente a su fin, diferenciándose así de otras acciones más directas tomadas por otras provincias canadienses.

Reacciones provinciales a las tensiones comerciales

La decisión de Manitoba se suma a una serie de respuestas provinciales ante lo que muchos canadienses perciben como una actitud hostil por parte de la administración Trump, quien ha amenazado con "anexionar" Canadá utilizando "la fuerza económica".

En marzo, Doug Ford, primer ministro de Ontario (la provincia más industrial y poblada del país), había aumentado en un 25% el precio de la electricidad exportada a 1,5 millones de hogares estadounidenses. Sin embargo, Ford canceló posteriormente esta medida cuando Trump amenazó con incrementar aún más los aranceles a Canadá.

Negociaciones para un nuevo acuerdo comercial

En paralelo a estas tensiones, el primer ministro canadiense Mark Carney anunció el pasado viernes que las negociaciones para un nuevo acuerdo comercial y de seguridad entre Canadá y Estados Unidos comenzarán a principios de mayo.

Carney, economista que asumió el cargo el 14 de marzo tras dirigir el Banco de Canadá y el Banco de Inglaterra, ha declarado que la estrategia de su gobierno es clara: "Tenemos intención de luchar contra los aranceles estadounidenses, que son injustificados, y proteger a nuestros trabajadores y empresas".

Impacto económico de las tensiones

El primer ministro canadiense ha advertido que estas tensiones comerciales ya están afectando a la economía:

  • Señales de desaceleración económica global
  • Endurecimiento de las condiciones financieras
  • Impactos negativos en el mercado laboral canadiense

Los nuevos aranceles estadounidenses incluyen un 25% sobre las exportaciones canadienses de acero, aluminio y ciertos automóviles fabricados en Canadá, así como un 10% a las compras de energía y potasa procedentes del país vecino. En respuesta, Canadá ha adoptado medidas comerciales recíprocas.

Esta escalada de tensiones entre dos socios comerciales históricamente cercanos representa uno de los momentos más complicados en las relaciones bilaterales de las últimas décadas, con potenciales consecuencias para las cadenas de suministro integradas que han caracterizado la economía norteamericana.