Johnny Arrendel, figura central de una polémica campaña que acusó a reconocidos periodistas dominicanos de recibir financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para supuestamente promover "agendas contra el interés nacional", dio marcha atrás este jueves. Aunque su campaña se viralizó con montajes fotográficos que mostraba a comunicadores como Marino Zapete, Huchi Lora y Altagracia Salazar junto al logo de USAID —atribuyéndoles pagos mensuales—, ahora admitió que las acusaciones carecían de fundamento.
La retractación:
A través de su cuenta en X (antes Twitter), Arrendel reconoció que actuó bajo la "efervescencia nacionalista" y sin verificar la información que recibió de una fuente en Estados Unidos, vinculada al ámbito de relaciones públicas. "Expreso públicamente mi arrepentimiento por vincular erróneamente a estos profesionales con la USAID. Eliminaré todas las publicaciones y formalizaré disculpas directas", declaró.
Respuesta de los periodistas:
Los afectados, entre los que también figuran Mariasela Álvarez y Edith Febles, anunciaron acciones legales en República Dominicana y EE.UU. contra los responsables de la campaña. Altagracia Salazar, en su programa de YouTube, denunció que el origen del contenido falso se remonta a "exdirectivos del PLD con expedientes judiciales por desfalcos al Estado". Por su parte, Huchi Lora cuestionó: "¿Por qué atacan a periodistas que investigan corrupción? Es una cortina de humo para ocultar sus propios delitos".
Detrás de la cortina:
La polémica estalló cuando circuló en redes sociales un montaje que asociaba a los comunicadores con USAID, insinuando conflictos de interés. Según Salazar, el material fue creado por una persona radicada en EE.UU. con historial en relaciones públicas de instituciones estatales. "Esto es parte de una estrategia para silenciar voces críticas", afirmó.
Reacciones y contexto:
El exsenador Iván Lorenzo ya había admitido días antes que la campaña se originó en su entorno, aunque sin ofrecer pruebas. Mientras Arrendel intenta frenar el fuego con su retractación, los periodistas insisten en que "las disculpas no borran el daño" y exigen responsabilidades legales.
