Santo Domingo – La tasa de homicidios en República Dominicana registró un incremento ligero al cierre de febrero, situándose en 7.8 por cada 100,000 habitantes, según datos revelados este lunes por la ministra de Interior y Policía, Faride Raful. La cifra refleja un aumento respecto a la semana previa (7.5), aunque con contrastes territoriales: provincias como La Romana, Samaná y Puerto Plata mantienen tasas cero, y 15 localidades reportan números de un solo dígito.
Alcohol y drogas: detonantes en la violencia
Raful vinculó el repunte a factores como el expendio descontrolado de alcohol —fuera de horarios permitidos— y el consumo de estupefacientes, que alteran el comportamiento ciudadano. "Estas situaciones, sumadas a conflictos individuales, generan un caldo de cultivo para la violencia", explicó. Aunque no detalló cifras específicas sobre incidentes relacionados, subrayó que se analizan "caso por caso" para diseñar estrategias focalizadas.
Robos en descenso: ¿éxito policial?
En contraste, el país registra 1,200 robos menos en comparación con 2023, una caída que la ministra atribuye a mejoras en la capacidad operativa de la Policía Nacional y al sistema de respuesta del 911. "El monitoreo constante y las estrategias actualizadas permiten actuar con rapidez ante denuncias", destacó.
El mapa de la violencia: luces y sombras
Mientras ciudades como Santo Domingo y Santiago concentran los índices más altos, el informe resalta avances en zonas turísticas (La Romana) y áreas costeras (Samaná), donde la tasa de homicidios se mantiene estable en cero. Para Raful, esto evidencia que "las políticas de seguridad pueden ser efectivas cuando hay coordinación institucional y control de factores de riesgo".
Próximos pasos: fiscalización y prevención
El Ministerio anunció que reforzará la vigilancia en venta de alcohol —especialmente en horarios no autorizados— y redoblará operativos contra microtráfico de drogas. Además, se priorizará la inteligencia policial para anticipar conflictos en zonas críticas.