En el marco del Día Mundial contra la Hepatitis, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que más de 300 millones de personas viven con hepatitis B, C o D, y cada año mueren 1.3 millones a causa de complicaciones como cirrosis o cáncer hepático.
“Cada 30 segundos, alguien muere por enfermedades hepáticas graves relacionadas con la hepatitis, pese a que tenemos las herramientas para prevenirlo”, afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.
El organismo destacó que la hepatitis D —que sólo afecta a personas con hepatitis B— fue recientemente clasificada como cancerígena, con un riesgo de cáncer hepático entre 2 y 6 veces mayor.
A pesar de las consecuencias, el diagnóstico y el tratamiento siguen siendo muy bajos: solo el 13 % de las personas con hepatitis B y el 36 % con hepatitis C saben que están infectadas. Peor aún, solo el 3 % y 2 %, respectivamente, reciben tratamiento.
La OMS urgió a intensificar la detección, la vacunación y el acceso a terapias para erradicar esta amenaza silenciosa a la salud pública.