Ni la fiebre ni la enfermedad pudieron detener a Daiyan Henley. El linebacker de los Chargers abrió el partido del lunes por la noche con una intercepción a Geno Smith en la primera jugada desde la línea de golpeo, marcando el rumbo de una defensa de Los Ángeles que anuló a los Raiders y selló una victoria 20-9 en el Allegiant Stadium.
El esfuerzo de Henley fue mayúsculo: 10 tacleadas, dos para pérdida, una captura y dos pases desviados. “Queríamos empezar rápido y terminar fuertes”, dijo el jugador, que pese a su estado físico se convirtió en el motor del triunfo. Su compañero Justin Herbert lo elogió como “un verdadero líder” tras verlo rendir al máximo aun sintiéndose mal.
Herbert también fue protagonista con 242 yardas aéreas y dos touchdowns, además de liderar a su equipo por tierra con 31 yardas. Sus envíos de anotación fueron para Quentin Johnson y Keenan Allen, quien volvió al equipo con contrato por un año tras su paso por Chicago.
Defensa implacable, Raiders sin respuesta
Los Raiders apenas produjeron 218 yardas ofensivas. Geno Smith vivió una pesadilla: tres intercepciones en 43 intentos, quedando lejos del 70% de efectividad que suele tener. Pete Carroll reconoció que el planteamiento ofensivo no funcionó y que Los Ángeles supo cerrar los espacios.
Con el triunfo, los Chargers (2-0) se colocan en la cima de la AFC Oeste, una división dominada por los Chiefs desde 2016, pero en la que Kansas City ha iniciado con un inesperado 0-2.
Lesión de Mack y duelo en las bandas
No todo fue positivo para Los Ángeles: el ala defensiva Khalil Mack salió con una lesión en el codo izquierdo en el primer cuarto y, aunque regresó con cabestrillo, deberá someterse a pruebas médicas.
En los banquillos, el encuentro también tuvo historia. Fue el primer cruce entre Jim Harbaugh y Pete Carroll desde 2014, reavivando una rivalidad que comenzó en la NCAA y se trasladó luego a la NFL. “Fue una batalla como siempre contra los equipos de Pete”, comentó Harbaugh.
Carroll, que celebró su cumpleaños 74, contó con un invitado especial: Tom Brady, accionista minoritario de los Raiders y analista de Fox Sports, se puso los audífonos en el palco técnico, aunque su presencia no bastó para cambiar el destino del juego.