El director mexicano Guillermo del Toro presentó en el Festival de Venecia su esperado proyecto: Frankenstein, una adaptación de la célebre novela de Mary Shelley, que considera la culminación de su carrera. La cinta, protagonizada por Oscar Isaac como Víctor Frankenstein y Jacob Elordi como la criatura, llegará a los cines el 17 de octubre y se estrenará en Netflix el 7 de noviembre.
Del Toro confesó que esta obra ha sido un sueño largamente acariciado:
“Es la película para la que he estado entrenando durante 30 años”, afirmó en entrevista desde Toronto.
Una historia personal con los monstruos
Desde niño, el cineasta encontró en el Frankenstein de Boris Karloff una figura de identificación y redención: “Fue un perdón por ser imperfecto”, relató. Esa conexión marcó su trayectoria, caracterizada por el amor a los monstruos y a los personajes marginados.
Hoy, tras décadas de madurez artística, Del Toro asegura comprender tanto a la criatura como a su creador:
“Empiezas a ver el mundo como una paradoja, no como una dicotomía. El protagonista y el antagonista a veces son el mismo personaje”.
Una visión fiel y renovada
La película busca respetar el espíritu literario de Shelley, evitando caricaturas del “científico loco”. Del Toro describe a su Víctor Frankenstein como un artista y showman, con matices emocionales y humanos. Oscar Isaac, quien recibió del director el libro de Shelley y el Tao Te Ching como guía, definió la experiencia como una creación profundamente colectiva: “Fue como estar en familia, construyendo algo juntos”.
Apuesta fuerte de Netflix
Tras el éxito de Pinocho de Guillermo del Toro (Óscar a mejor película animada) y La forma del agua (mejor película en 2018), la plataforma confía en que Frankenstein se convierta en uno de los grandes títulos de la temporada de premios.
Con más de un siglo de adaptaciones cinematográficas a sus espaldas, la novela de Shelley vuelve ahora bajo la mirada de un director que la considera su destino creativo. Como él mismo lo resume:
“Cuando eres joven, impones tu visión. Con los años aprendes que la película habla. No es un dictado, es un diálogo con la realidad”.
