Este 6 de mayo, George Clooney celebra sus 64 años consolidado como una de las figuras más respetadas de la industria del entretenimiento. Actor, director, productor y activista, su trayectoria trasciende el atractivo físico que lo catapultó a la fama, revelando una carrera construida con esfuerzo, superación y un compromiso que va mucho más allá de las cámaras.
De Kentucky a Hollywood: un camino lleno de obstáculos
Nacido en Lexington, Kentucky, en 1961, George Timothy Clooney creció en una familia vinculada al mundo del espectáculo. Su madre, Nina, fue reina de belleza y concejala; su padre, Nick, periodista televisivo; y su tía, la legendaria Rosemary Clooney, destacó como cantante y actriz en los años 50. Sin embargo, su camino hacia el estrellato distó mucho de ser sencillo.
Durante su adolescencia, Clooney enfrentó un duro golpe cuando sufrió parálisis facial por el síndrome de Bell. "Imaginate tener la mitad de la cara inmóvil justo cuando más te importa lo que digan los demás…", recordaría años después. Esta experiencia forjó su carácter autocrítico y su capacidad para reírse de sí mismo, rasgos que definirían su personalidad pública.
Antes de alcanzar la fama, probó suerte en múltiples direcciones: estudió periodismo sin graduarse, intentó convertirse en beisbolista profesional con los Cincinnati Reds sin éxito, y trabajó en los oficios más diversos, desde vendedor de zapatos y seguros hasta cortador de tabaco. Sus inicios en Los Ángeles fueron particularmente precarios, llegando a dormir en el armario de un primo por falta de recursos.
Del Dr. Ross al Oscar: una carrera en constante evolución
El punto de inflexión llegó en 1994 con "ER Emergencias", donde interpretó al carismático Dr. Doug Ross durante cinco temporadas, convirtiéndose en un ícono televisivo. Lejos de conformarse con papeles seguros, su salto al cine estuvo marcado por elecciones arriesgadas: desde Batman hasta un ladrón de bancos en "Un romance peligroso", pasando por roles complejos en "Tres reyes" y "¿Dónde estás, hermano?", que le valió su primer Globo de Oro.
En 2005 alcanzó la cima al ganar el Oscar como actor de reparto por "Syriana", donde dio vida a un agente de la CIA lleno de matices. Ese mismo año debutó como director con "Buenas noches, y buena suerte", demostrando su profundidad intelectual y compromiso social.
A lo largo de su carrera, ha colaborado con directores de la talla de los hermanos Coen, Steven Soderbergh y Alfonso Cuarón, dejando su huella en películas aclamadas como "Los descendientes", "Gravedad", "Michael Clayton" y "Amor sin escalas".
Más allá de la actuación: activismo y nuevos horizontes
Clooney ha utilizado su fama como plataforma para causas humanitarias: ha denunciado el genocidio en Sudán, apoyado iniciativas contra la pobreza mundial y participado activamente en política sin temor a las consecuencias.
Su vitalidad creativa continúa intacta a los 64 años. Recientemente coprotagonizó "Pasaje al paraíso" junto a Julia Roberts, se reunió con Brad Pitt en "Lobos" y debutó en Broadway con la adaptación teatral de "Buenas noches, y buena suerte", logrando nominaciones al Tony y récords de taquilla con 3,3 millones de dólares en su semana de estreno.
Como productor, ha respaldado proyectos exitosos como "Argo", ganadora del Oscar, y ha recibido reconocimientos a su trayectoria como el Cecil B. DeMille en 2015 y el Kennedy Center Honor en 2022.
A sus 64 años, George Clooney no solo mantiene su vigencia, sino que atraviesa uno de sus momentos más brillantes, combinando talento, compromiso social y esa autenticidad que lo distingue como un hombre que, sin creérsela, se la banca con creces.