La aclamada actriz Diane Keaton, ícono del cine estadounidense de las décadas de 1970 y 1980, falleció a los 79 años en California, confirmó este lunes la revista People mediante un portavoz familiar. Su muerte marca el fin de una era cinematográfica y el adiós a una de las intérpretes más versátiles y carismáticas de la industria.
Keaton consolidó su estatus de leyenda desde su emblemático papel como Kay Adams en El Padrino (1972) de Francis Ford Coppola, alcanzando la cúspide de su carrera con su interpretación en Annie Hall(1977), filme por el que recibió el Premio Óscar a Mejor Actriz en 1978.
Trayectoria prolífica y multifacética
La actriz construyó una filmografía notable que incluye títulos fundamentales como:
- Buscando al señor Goodbar (1977)
- Rojos (1981)
- El padre de la novia (1991)
- El club de las primeras esposas (1996)
- Something’s Gotta Give (2003)
En conjunto, sus películas recaudaron más de 1,100 millones de dólares en taquilla solo en Estados Unidos, demostrando su extraordinario impacto comercial y artístico.
Relaciones profesionales y personales significativas
Su vida personal y profesional estuvo marcada por vínculos con algunas de las figuras más importantes del cine:
- Colaboración fundamental con Woody Allen en Annie Hall, Dormidor (1973) y Amor y muerte (1975)
- Relaciones sentimentales con Al Pacino, su coprotagonista en El Padrino
- Romance con Warren Beatty, con quien coprotagonizó Rojos
Legado perdurable más allá de la actuación
Keaton se distinguió como directora, productora, fotógrafa e ícono de la moda, reconocida por su estética única y carisma irrepetible. A lo largo de seis décadas de carrera, acumuló un Óscar, dos Globos de Oro, un BAFTA y múltiples reconocimientos por su contribución al séptimo arte.
Con su partida, el cine pierde a una intérprete única, capaz de combinar inteligencia, elegancia y profundidad emocional en cada uno de sus personajes, dejando un legado imborrable en la historia del cine mundial.
