Salud

El riesgo del ayuno intermitente entre los jóvenes

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Un reciente estudio publicado en el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics ha encendido las alarmas al vincular el ayuno intermitente —una práctica dietética popularizada por su promesa de pérdida de peso rápida— con un mayor riesgo de muerte prematura, especialmente en jóvenes. La investigación, que analizó datos de más de 24,000 estadounidenses, cuestiona los beneficios ampliamente difundidos de esta tendencia y subraya la necesidad de supervisión médica.

Hallazgos clave: ¿Saltarse el desayuno es peligroso?

El estudio reveló que omitir el desayuno se asocia con un incremento del 30% en el riesgo de mortalidad cardiovascular, mientras que quienes realizan solo una comida al día enfrentan un 87% más de probabilidades de muerte prematura en comparación con quienes hacen tres o más comidas. Los investigadores atribuyen estos resultados a patrones de alimentación desordenados:

  • Sobrecarga metabólica: Consumir grandes cantidades de calorías en ventanas cortas eleva los niveles de glucosa en sangre, generando estrés pancreático y resistencia a la insulina.
  • Deficiencias nutricionales: Restringir la alimentación a pocas horas dificulta la ingesta adecuada de vitaminas, minerales y proteínas.

¿A quiénes afecta más?

El riesgo es particularmente alto en jóvenes de 20 a 40 años, un grupo que adopta el ayuno intermitente sin asesoría médica, motivado por estándares estéticos en redes sociales. Según el informe, el 65% de los casos analizados con complicaciones graves (arritmias, hipoglucemia aguda) correspondían a este rango de edad.

Contraindicaciones y efectos secundarios

El ayuno intermitente no es apto para:

  • Embarazadas, lactantes, niños y adolescentes (afecta el desarrollo cognitivo y físico).
  • Personas con diabetes tipo 1, trastornos alimentarios o enfermedades cardiovasculares preexistentes.
  • Pacientes con cálculos renales o gastritis (el ácido estomacal en ayunas agrava estas condiciones).

Efectos secundarios comunes reportados incluyen fatiga crónica, migrañas, insomnio y debilitamiento del sistema inmunológico.

La otra cara: ¿beneficios en contexto controlado?

Aunque el estudio enfatiza los riesgos, reconocidos nutricionistas aclaran que el ayuno intermitente puede ser seguro bajo supervisión profesional. Por ejemplo, la modalidad 16:8 (ayunar 16 horas y comer en 8) ha demostrado mejorar la sensibilidad a la insulina en adultos sanos, según la American Heart Association. No obstante, su aplicación requiere:

  • Ajuste calórico: Mantener una dieta equilibrada durante las ventanas de alimentación.
  • Monitoreo médico: Especialmente en personas con condiciones crónicas.

La industria de las dietas rápidas: un negocio peligroso

El auge del ayuno intermitente se debe, en parte, a influencers y aplicaciones que promueven "soluciones mágicas" sin mencionar riesgos. En 2024, el mercado global de apps de ayuno intermitente facturó $1.2 mil millones, según Statista, muchas sin incluir advertencias sanitarias.

Recomendaciones de expertos

  • Priorizar la salud sobre la estética: "El peso ideal no existe; lo importante es un metabolismo funcional", afirma la Dra. Laura García, nutrióloga clínica.
  • Evitar el autodiagnóstico: Consultar a un especialista antes de iniciar cualquier régimen.
  • Optar por métodos sostenibles: Dietas mediterráneas o basadas en plantas, con evidencia científica sólida.