Salud

De la obsesión por la delgadez a la tiranía del skincare: cómo cambian los ideales de belleza entre generaciones

AdobeStock 591538079 2.jpeg

Los cánones imposibles se transforman pero no desaparecen: la Generación Z sufre por la "piel perfecta" como las millennials lo hicieron por el "hueso de la cadera"

La Marina de los 2000 soñaba con tener los huesos de la cadera tan marcados como los de Kate Moss. Hoy, su hija adolescente gasta su paga en sérum anti-arrugas. Diferentes generaciones, misma presión social. Los ideales de belleza cambian de forma, pero mantienen un denominador común: son prácticamente inalcanzables y provocan ansiedad desde edades cada vez más tempranas.

La era del "heroin chic": cuando estar delgada era la única opción

"Nothing tastes better than skinny feels" (nada sabe mejor que la sensación de estar delgada). Esta frase de Kate Moss se convirtió en el mantra no oficial de toda una generación. La cultura de inicios de los 2000 glorificaba cuerpos extremadamente delgados, con modelos cuyas "rodillas y codos eran más grandes que sus muslos cóncavos", según describían las crónicas de moda de 2007.

La presión era implacable: a Victoria Beckham la pesaron en televisión apenas dos meses después de dar a luz; las revistas marcaban con círculos la celulitis de celebridades como Jennifer Lopez; y programas como "Friends" hacían constantes referencias a la "Mónica gorda" como objeto de burla.

[IMAGEN: Modelo extremadamente delgada en pasarela de Guy Laroche, 2007]

"La delgadez fue la respuesta al estereotipo de las supermodelos curvilíneas de los 90″, explica Federico Antelo, director de la Escuela de Moda del IED Madrid. "Los 2000 fueron una época que dejó fuera cualquier tipo de voluptuosidad. Incluso el dreamteam de las tops de los 90 dejaron de trabajar, al menos por un tiempo".

En este contexto surgieron fenómenos como "thinspo" (inspiración para adelgazar) en plataformas como Tumblr, y marcas como Abercrombie que solo querían clientes "cañón". Un artículo de The New York Times de 1991 ya alertaba que más de la mitad de las mujeres estadounidenses entre 10 y 30 años sufrían algún trastorno alimentario.

Las nuevas "Sephora Kids": obsesionadas con una piel sin imperfecciones

Hoy, mientras las millennials todavía lidian con las secuelas de aquella cultura de la delgadez, surge un nuevo ideal igual de tóxico: la piel perfecta, sin poros, sin textura, sin líneas de expresión. Las principales víctimas: niñas de entre 10 y 12 años.

El fenómeno de las "Sephora Kids" —preadolescentes que pasan sus tardes en tiendas de cosmética y desarrollan complejas rutinas de skincare— refleja cómo TikTok e Instagram han normalizado la obsesión por una piel irreal desde la infancia.

"Es un sinsentido que niñas preadolescentes empiecen con rutinas antiaging", advierte la doctora Marta González, especialista en Dermatología y piel juvenil del Instituto Médico Ricart. "Cada vez vemos más casos de irritación, eczemas e incluso brotes de acné provocados por el uso excesivo de productos con ingredientes demasiado potentes para su edad".

teenage girl doing her skin care routine 2023 11 27 05 10 30 utc copia 2

Un video reciente en TikTok, donde una mujer de 28 años mostraba su rostro sin filtros ni maquillaje, acumuló 8 millones de reproducciones y 18.000 comentarios. Entre ellos, jóvenes de 24 años angustiadas por notar líneas alrededor de sus ojos, algo completamente natural.

El negocio detrás de la inseguridad: un mercado multimillonario

Lo que no cambia entre estas dos épocas es el factor económico. El mercado del skincare para niños y jóvenes generó 4.135 millones de dólares en 2021 y se proyecta que alcance los 5.600 millones en 2026, según datos de Statista.

"El mercado encuentra aquí una mina de oro ofreciendo todo remedio para sanar un vacío que está por rellenar", señala la psicóloga clínica Ana Kovacs. "Con los años el mensaje se ha modificado, pero la idea de base es la misma: somos un fallo".

Este fenómeno ha dado lugar a la "cosmeticorexia": la compra y uso compulsivo de productos para el cuidado de la piel, similar a lo que ocurría con las dietas extremas en los 2000.

Consecuencias psicológicas y físicas: más allá de la apariencia

Los especialistas alertan sobre dos niveles de consecuencias:

Físicas: Los dermatólogos reportan un aumento alarmante de problemas cutáneos en adolescentes por usar productos inadecuados como retinol o ácidos, que no deberían aplicarse antes de los 25-30 años.

Psicológicas: "En consulta vemos elementos comunes: falta de autoestima, idea de insuficiencia e insatisfacción", explica Kovacs. "Estos discursos pueden definir la identidad de toda una generación".

Para los preadolescentes, los expertos recomiendan apenas "una rutina muy sencilla con un producto de limpieza suave, hidratación con productos no comedogénicos y protección solar", nada más.

¿Hay salida al ciclo de obsesiones estéticas?

A pesar de los avances en body positivity, parece que simplemente hemos trasladado la presión de una parte del cuerpo a otra. Mientras marcas como Drunk Elephant publican listas de productos "seguros" para preadolescentes, cabe preguntarse si normalizar el uso de cosméticos a los 10 años no es el primer paso hacia adolescentes de 15 hablando de sus "arrugas" en TikTok.

Como concluye Antelo: "Los estereotipos de belleza no son más que construcciones culturales, que en ocasiones se extienden tanto en el tiempo que alcanzan un rango de veracidad que no les corresponde".

Quizá sea hora de cuestionar cómo minimizar este daño antes de que se instale en la próxima generación una nueva obsesión igual de tóxica, solo que con diferente rostro.