En una noche que tenía todos los ingredientes para ser el triunfo personal de Aaron Gordon, Stephen Curry decidió reescribir el guion. Los Golden State Warriors, con una exhibición de corazón y talento en el tramo final del partido, remontaron 14 puntos de desventaja para derrotar 141-137 a los Denver Nuggets en un partido que necesitó prórroga y que dejó una de las actuaciones más memorables de la joven temporada NBA.
Mientras Gordon firmaba una actuación para el recuerdo con 50 puntos –récord personal– y 10 triples –empatando su mejor marca–, fue Curry, con 42 puntos, el que emergió como el verdugo de los Nuggets. El base anotó los últimos 13 puntos de su equipo en el cuarto periodo y sumó 16 consecutivos contando la prórroga, en una demostración de clutch que desató la locuria en el Chase Center.
La noche histórica de Gordon, en vano
Los Nuggets parecían encaminados a empezar la temporada con un triunfo gracias a una versión imparable de Aaron Gordon. El ala-pívot culminó la noche con unas estadísticas de escándalo: 17 de 21 en tiros de campo, 10 de 11 en tiros libres, 8 rebotes y un espectacular 10 de 12 en triples. A su sombra, Nikola Jokic logró un triple-doble de 21 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias, y Jamal Murray añadió 25 puntos y 10 asistencias.
Sin embargo, el brillo individual se apagó ante el coraje colectivo de los Warriors, que mantienen un récord perfecto de 2-0 en esta temporada, tras haber derrotado previamente a los Lakers de Luka Doncic.
La rebelión de Curry: de la sombra al escenario
Con el partido escapándose, Stephen Curry (42 puntos, 6 rebotes, 7 asistencias) se erigió en el líder que Golden State necesitaba. Su actuación en los minutos decisivos fue simplemente magistral. No solo forzó la prórroga con su implacable puntería, sino que en el tiempo extra selló la victoria con una bandeja que puso el 135-127 en el luminoso, un golpe definitivo al morale de los Nuggets.
Jimmy Butler aportó 21 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias en 38 minutos para los Warriors, completando un esfuerzo colectivo que supo sobreponerse a una noche de inspiración individual por parte de Gordon.
Doble prórroga para OKC en la reedición de las Finales
En el otro partido destacado de la noche, el MVP Shai Gilgeous-Alexander protagonizó una hazaña aún mayor al anotar 55 puntos–récord personal– en la victoria de Oklahoma City Thunder sobre Indiana Pacers por 141-135, en un partido que necesitó doble prórroga.
Gilgeous-Alexander, que ya anotó 35 en el primer partido, llevó a su equipo a la victoria en la reedición de las Finales de la pasada temporada. Con esta actuación, OKC se convirtió en el primer equipo en la historia de la NBA en jugar dos tiempos extra en sus dos primeros partidos de una temporada, un comienzo tan épico como agotador.
