El Banco de Reservas de la República Dominicana obtuvo la recertificación de la norma internacional ISO 37001 sobre Sistemas de Gestión Antisoborno, consolidando su posición como institución financiera líder en la implementación de prácticas anticorrupción en la región.
El presidente ejecutivo de la entidad, doctor Leonardo Aguilera, destacó que este reconocimiento demuestra la capacidad de la institución para "mantener, dar seguimiento, revisar y mejorar de forma constante sus procesos para prevenir y combatir cualquier intento de soborno".
Compromiso institucional con la integridad
Aguilera explicó que el proceso de certificación exige una evaluación rigurosa: "Durante el proceso de revisión, debimos demostrar que aprendimos de auditorías anteriores, que estamos sosteniendo un sistema vivo, no uno que solo existe en el papel".
El ejecutivo enfatizó que el soborno "no siempre se presenta de forma evidente. A veces es una omisión, una mirada hacia otro lado, una excusa o un silencio", por lo que contar con un sistema como el que exige ISO 37001 proporciona los mecanismos adecuados para "actuar, prevenir, y proteger la reputación y el propósito de nuestra organización".
Cultura organizacional basada en la ética
La recertificación refleja el compromiso interno de Banreservas con una cultura institucional fundamentada en la transparencia y la integridad. Aguilera reconoció el esfuerzo colectivo que hizo posible este logro, desde la alta dirección hasta cada colaborador que toma decisiones en el día a día.
"Celebramos la cultura que hemos construido juntos: una cultura que promueve la rendición de cuentas, que da herramientas para actuar con firmeza ante lo incorrecto", sostuvo el presidente de la entidad bancaria.
Sostenibilidad y confianza institucional
El banco continuará avanzando "convencidos de que trabajar con transparencia no solo es lo correcto, sino también lo que nos hace sostenibles, confiables y respetados", afirmó Aguilera.
La recertificación ISO 37001 posiciona a Banreservas como referente en la región en la implementación de estándares internacionales contra el soborno y la corrupción, reforzando su compromiso con las mejores prácticas de gobernanza corporativa y gestión de riesgos.
