En el corazón de Texas, donde las vastas llanuras se mezclan con comunidades tradicionales, un enemigo que Estados Unidos creía derrotado desde el año 2000 ha reaparecido con fuerza: el sarampión. Con 58 casos confirmados (y hasta 300 estimados), este ya es el mayor brote en tres décadas, pero detrás de los números hay una historia de desconfianza, política y decisiones que ponen en riesgo la salud pública.
¿Qué está pasando?
- Cifras alarmantes: De los 58 casos reportados, solo 4 personas estaban vacunadas. 13 terminaron hospitalizadas, un recordatorio de que el sarampión no es un "resfriado fuerte": puede causar neumonía, encefalitis y hasta la muerte.
- Epicentro menonita: El condado de Gaines, con una baja tasa de vacunación y hogar de comunidades menonitas, fue el foco inicial. Desde allí, el virus saltó a 3 condados más.
- La sombra de lo no reportado: Autoridades creen que los casos reales superan los 200, un icebergbajo la superficie.
¿Cómo llegamos aquí?
- Vacunación en picada:
- En Texas, el 18% de los niños en edad preescolar no están vacunados. La tasa de vacunación MMR (sarampión, paperas, rubéola) es una de las más bajas del país.
- Causas: Creencias religiosas en comunidades como la menonita, pero también el auge del movimiento anti-vaxx (anti-vacunas), que ha ganado fuerza en la política local.
- La batalla política:
- Más de 20 proyectos de ley en Texas buscan suavizar las exigencias de vacunación escolar. Argumentan "libertad individual", pero médicos advierten: "La salud pública es un contrato social".
- Ironía peligrosa: Mientras el sarampión resurge, el Senado acaba de confirmar a Robert F. Kennedy Jr. —activista anti-vacunas que difunde mitos sobre autismo— como director de Salud federal.
¿Por qué importa?
- El sarampión es un termómetro: Su reaparición señala fallos en el sistema. Si no se controla, podrían volver enfermedades más letales, como la polio.
- Efecto dominó: Comunidades no vacunadas son polvorines. Basta un caso importado (ej: viajero contagiado) para desatar brotes.
- Texas no está solo: Florida y Ohio también reportan casos. Es una crisis nacional disfrazada de problema local.
¿Qué sigue?
- Contención urgente: Brigadas de salud intentan vacunar puerta a puerta en zonas rurales, pero enfrentan resistencia cultural.
- Dilema ético: ¿Deben los gobiernos imponer multas o restricciones a los no vacunados? En Alemania, por ejemplo, es obligatorio para ingresar a escuelas.
- Elecciones 2024: El tema se ha politizado. Candidatos texanos usan el brote para atacar o defender políticas de salud.