Stephen Miran, principal asesor económico de Donald Trump, enfrentó escepticismo en una tensa reunión con gestores de fondos hedge y grandes inversores (incluyendo a Citadel, BlackRock y Balyasny) tras la volatilidad generada por los aranceles anunciados en abril. El encuentro, organizado por Citigroup durante la reunión de primavera del FMI, reveló fisuras en la estrategia comunicativa de la administración:
- Críticas a Miran: Participantes describieron sus explicaciones como "incoherentes" y "desorientadas", especialmente al defender que los aranceles perjudican más a socios comerciales que a EE.UU. Cuestionaron su incapacidad para detallar cómo se mitigaría el impacto en mercados y consumidores.
- Respuesta oficial: La Casa Blanca insistió en que su prioridad es el "bienestar de los estadounidenses", no los intereses de Wall Street.
Contexto de la turbulencia:
- Los aranceles "recíprocos" anunciados el 2 de abril hundieron temporalmente los bonos del Tesoro, con el rendimiento a 10 años alcanzando 4.59% (su nivel más alto desde abril). Aunque se estabilizaron en 4.17% tras una pausa de 90 días, persiste el temor a una depreciación del dólar y pérdida de estatus como "refugio seguro".
- Scott Bessent, secretario del Tesoro, ofreció un mensaje más tranquilizador en otro encuentro, sugiriendo un posible acuerdo comercial con China "próximamente", lo que impulsó brevemente las acciones.
Controversias previas de Miran:
- En 2024, sus documentos proponían ideas radicales: devaluar el dólar, vincular bonos estadounidenses a gastos de defensa y renegociar el rol del dólar como reserva global, tildándolo de "carga". Aunque ahora se distancia de estas posturas, su discurso reciente en el think tankHudson Institute mantuvo críticas a los mercados de divisas "distorsionados".
Preocupaciones clave:
- Los inversores en bonos interpretan la caída de precios de deuda a largo plazo y la debilidad del dólar como señales de erosión de la confianza en la política económica de Trump.
- La falta de claridad sobre los objetivos reales de los aranceles (que Miran insiste no son recaudatorios) alimenta incertidumbre en un contexto de posible escalada comercial global.