En una movida que marca el fin de una era, los Los Angeles Lakers despidieron este jueves a Joey y Jesse Buss, hijos del legendario propietario Jerry Buss, como parte de una reestructuración del departamento de operaciones de baloncesto de la franquicia. La decisión se produce semanas después de que la NBA aprobara la venta del equipo al empresario Mark Walter.
Detalles de los cargos y la salida
- Joey Buss se desempeñaba como vicepresidente de investigación y desarrollo
- Jesse Buss ocupaba el cargo de asistente del mánager general
- Ambos hermanos acumulaban 20 temporadas en la organización familiar
En un comunicado conjunto, los hermanos expresaron: "Nos sentimos sumamente honrados de haber formado parte de esta organización durante las últimas 20 temporadas. Gracias a la afición de los Lakers por acoger a nuestra familia en cada paso del camino", mostrando su descontento con el desenlace de su etapa en el equipo y reflexionando sobre "qué pensaría" su padre al respecto.
Contexto de propiedad y liderazgo
La salida deja a Jeanie Buss como la única representante de la familia en la estructura directiva de la que es la segunda franquicia más exitosa en la historia de la NBA. Jeanie se mantendrá como gobernadora del equipo pese a la venta a Walter, quien en junio pasado alcanzó un acuerdo para adquirir la participación mayoritaria por 10,000 millones de dólares.
Antecedentes históricos
- La familia Buss era propietaria de los Lakers desde 1979
- Era la franquicia con mayor continuidad de propiedad en la NBA
- Tras la muerte del patriarca Jerry Buss en 2013, el control pasó a sus hijos
- La NBA aprobó por unanimidad la transferencia el 30 de octubre
Perfil del nuevo propietario
Mark Walter, director ejecutivo de la firma de inversiones TWG Global, amplía así su portfolio deportivo que incluye:
- Los Angeles Dodgers (MLB)
- Los Angeles Sparks (WNBA)
- Equipo Cadillac de Fórmula 1 (debuta en 2026)
Esta reestructuración representa un punto de inflexión en la historia de los Lakers, cerrando 44 años de gestión familiar ininterrumpida mientras la franquicia se adapta a su nuevo panorama de propiedad.
