Farándula

Kim Kardashian cuestiona la veracidad de la llegada del hombre a la Luna

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La empresaria y celebridad Kim Kardashiangeneró controversia al expresar abiertamente sus dudas sobre la autenticidad de la llegada del hombre a la Luna en 1969, durante la grabación de un episodio de su serie The Kardashians.

En una conversación con la actriz Sarah Paulson, Kardashian citó entrevistas de los astronautas del Apolo 11, en particular de Buzz Aldrin, como base para su escepticismo: “Dijo que no hubo nada aterrador, pero lo cierto es que nunca pasó. Por eso pienso que todo fue una puesta en escena”, afirmó.

Argumentos basados en detalles visuales

Kardashian enumeró varias razones que, en su opinión, sustentan la teoría del montaje:

  • El movimiento de la bandera estadounidense en un entorno sin atmósfera
  • Las huellas preservadas en los zapatos expuestos en museos
  • La ausencia de estrellas en las fotografías oficiales

La estrella de televisión animó a su audiencia a investigar por su cuenta en plataformas como TikTok: “Van a decir que estoy loca, pero entren y véanlo”.

Orígenes de una teoría con medio siglo de vigencia

La duda sobre el alunizaje se remonta a 1976, cuando Bill Kaysing, exempleado de un contratista de la NASA, publicó un folleto afirmando que se trató de un montaje. Aunque sus argumentos carecían de solidez, la teoría ganó popularidad y se mantuvo gracias a:

  • Referencias en la cultura popular, como la película Los diamantes son eternos
  • La expansión de internet y redes sociales
  • El surgimiento de contenidos virales que cuestionan narrativas oficiales

Posición científica frente a especulaciones

La NASA y la comunidad científica han desmentido en repetidas ocasiones estas afirmaciones, señalando la abundancia de pruebas físicas, testimonios y evidencia tecnológica que confirman la hazaña espacial.

Kardashian, conocida por compartir teorías alternativas en sus redes, concluyó: “Cada quien debe decidir qué cree. Yo solo les digo que miren los videos y juzguen por ustedes mismos”, reflejando una postura que prioriza la duda personal sobre el consenso científico.