El consistorio madrileño estudia posibles sanciones para la artista tras la concentración masiva y espontánea de fans, que obligó a intervenir a la Policía. Pese a las críticas, Almeida reconoció que el gesto "llena de orgullo" a la ciudad.
La presentación del nuevo trabajo discográfico de Rosalía, 'Lux', se ha visto empañada por una agria polémica en torno a la seguridad. La artista escogió la céntrica Plaza de Callao de Madrid para un anuncio sorpresa este miércoles, una acción que colapsó por completo el corazón de la capital y que ha llevado al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, a acusarla de poner "en peligro la integridad de las personas".
Apenas una hora antes del evento, la cantante avisó a sus seguidores a través de un directo en TikTok de que "algo muy especial" sucedería en Callao. La convocatoria, pese a su brevedad, fue suficiente para que miles de personas acudieran al lugar, desbordando la capacidad de la plaza y sus alrededores. La situación requirió la intervención de la Policía para garantizar la seguridad tanto de Rosalía como de la multitud.
Las declaraciones del alcalde: entre el orgullo y la sanción
El alcalde de Madrid mostró una postura ambivalente durante sus declaraciones a los medios. Por un lado, admitió que "nos llena de orgullo" que "un artista global como es Rosalía quiera estar en la ciudad de Madrid y entienda que su presencia en la ciudad avala precisamente la presentación".
Sin embargo, tras haber tenido acceso al atestado policial, Martínez-Almeida matizó rotundamente su posición: "Se produjeron alteraciones graves de seguridad". En este sentido, fue contundente al afirmar que "la norma se tiene que aplicar a todos por igual, no puede haber excepciones en las sanciones".
Aunque aclaró que la decisión final corresponde a los servicios técnicos del ayuntamiento y a la delegación del gobierno, dejó claro que "aquí se aplicará el marco normativo como se aplica a todas las personas por igual en la ciudad de Madrid", insinuando así que la artista no estaría exenta de una posible sanción.
Un balance entre la emoción del directo y el colapso urbano
El evento, aunque celebrado con euforia por los fans que coreaban las canciones de la artista, demostró la dificultad de gestionar concentraciones masivas y espontáneas en un espacio público tan sensible como Callao. Las imágenes de la aglomeración dieron rápidamente la vuelta a las redes sociales, generando un debate entre la emoción del momento y las responsabilidades de una figura de su alcance.
La polémica ha ensombrecido momentáneamente el lanzamiento de 'Lux', situando el foco no solo en la música de Rosalía, sino también en los límites entre la promoción artística y la seguridad ciudadana, un pulso que ahora deberán dirimir las autoridades municipales.
