Este domingo entró en vigor la primera fase del plan piloto que prohíbe los giros a la izquierda en tres intersecciones clave de la avenida Lope de Vega, en un intento por mejorar el flujo vehicular en una de las zonas más congestionadas del Distrito Nacional.
Las intersecciones afectadas por la nueva medida incluyen los cruces con las calles Padre Fantino Falco, Gustavo Mejía Ricart y Max Henríquez Ureña. Durante esta etapa inicial, agentes de la Digesett fueron desplegados para orientar a los conductores, quienes deberán familiarizarse con rutas alternas habilitadas para compensar la restricción.
El vocero de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), Tejeda Baldera, explicó que en esta primera fase no se aplicarán multas, ya que el enfoque será puramente educativo. “Estamos dando un margen de dos semanas para la adaptación de los ciudadanos, con el acompañamiento de agentes capacitados en las vías”, indicó.
Como parte de la estrategia, también se están sincronizando los semáforos para lograr un flujo vehicular más eficiente, y se han instalado señales visibles que advierten sobre la prohibición de girar a la izquierda, así como las alternativas de circulación.
Las opiniones entre los ciudadanos han sido mixtas. Mientras algunos aplauden la iniciativa con la esperanza de que contribuya a descongestionar el tránsito, otros se muestran escépticos ante su efectividad y cuestionan si la medida fue basada en estudios técnicos sólidos.
Mientras tanto, personal del Ministerio de Obras Públicas continúa ejecutando trabajos de adecuación en la vía para facilitar la implementación completa del plan.
Según informó la Digesett, una segunda fase del programa contempla extender las restricciones a otras intersecciones importantes, incluyendo la avenida Tiradentes, aunque las fechas específicas serán anunciadas más adelante, una vez se evalúen los resultados de esta etapa inicial.