Una red internacional de narcotráfico, dirigida por el serbio Nikola Boros (alias Antun Mrdeza), traficaba cocaína desde Colombia hacia Estados Unidos, España e Italia, utilizando a República Dominicana y Puerto Rico como puntos de tránsito. La organización fue desarticulada parcialmente tras el decomiso histórico de 1,027.15 kilogramos de cocaína en una embarcación ubicada en Marina Ocean 21, complejo turístico de Cap Cana, República Dominicana.



Claves de la operación:
- Incautación récord: El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) confirmó que los 993 paquetes incautados, envueltos en cinta adhesiva y marcados con logotipos —práctica común para identificar cargamentos—, constituyen el mayor decomiso del país en 2025. La droga estaba oculta en la proa y bajo el puente de mando de una lancha recreativa.
- Detenidos: Tres integrantes de la red —los puertorriqueños Pablo José Rodríguez Irizarry y Carlos Javier Fuentes Torres, y el dominicano Rubén Darío Félix Garó— enfrentan prisión preventiva por violar la Ley 50-88 sobre Drogas y Sustancias Controladas.
Líder fugado y estructura transnacional:
Boros, solicitado por Interpol y autoridades europeas, logró escapar de Colombia en 2024 tras ser rescatado por un grupo armado durante un tiroteo. Previamente, había sido detenido en el Aeropuerto José María Córdova de Rionegro (Colombia) al arribar desde República Dominicana, donde usó identidad falsa para huir. Actualmente evade la extradición a Italia, donde enfrenta cargos por narcotráfico internacional.
La red operaba mediante socios sudamericanos que adquirían la droga, transportándola en embarcaciones privadas o mercantes para camuflarla y evadir controles. La villa 8 de Cap Cana, registrada a nombre de la pareja sentimental de Boros, sirvió como base durante el allanamiento.
Investigaciones en curso:
El Ministerio Público y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) analizan evidencias para identificar a más miembros de la organización, integrada por colombianos, puertorriqueños y dominicanos. Este caso subraya la colaboración transnacional requerida para combatir el narcotráfico, cuyas rutas aprovechan zonas estratégicas del Caribe y Europa.