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El beneficio de Tesla se hunde un 71% por el daño provocado a la marca por Elon Musk

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La creciente actividad política de Elon Musk como asesor del presidente Donald Trump ha tenido graves consecuencias para Tesla durante el primer trimestre de 2025. La compañía ha reportado una caída del 71% en sus beneficios, que se redujeron a 409 millones de dólares (aproximadamente 358 millones de euros), mientras que su facturación disminuyó un 9%, situándose en 19.335 millones de dólares.

El protagonismo de Musk al frente del Departamento de Eficacia Gubernamental (DOGE), donde ha impulsado recortes presupuestarios y despidos masivos de funcionarios federales, ha generado protestas frente a concesionarios, llamados al boicot e incluso algunos incidentes violentos aislados. Este contexto ha provocado que las ventas de vehículos cayeran un 13% en el trimestre, con una disminución del 20% en los ingresos por automóviles, hasta los 13.967 millones de dólares.

Aunque parte de la reducción de beneficios se atribuye a pérdidas con criptoactivos, incluso el resultado ajustado (que ahora excluye este efecto) se desplomó un 39%, quedándose en 834 millones de dólares. Tanto ingresos como beneficios han quedado por debajo de las previsiones de los analistas.

La propia Tesla reconoce implícitamente este daño en su informe de resultados, advirtiendo que "el cambio en el sentimiento político podría tener un impacto significativo en la demanda de [sus] productos a corto plazo". Por este motivo, y por las distorsiones en la cadena de suministro provocadas por la guerra comercial de Trump, la compañía ha suspendido sus previsiones de ventas, que actualizará tras el segundo trimestre.

A la politización de la marca se suman otros factores como el aumento de la competencia, especialmente de la china BYD (nuevo líder mundial en ventas de coches eléctricos), los parones de fabricación, y el retraso en el lanzamiento de modelos más económicos. Tesla ahora indica que "los planes para nuevos vehículos, incluidos modelos más asequibles, siguen en marcha para comenzar la producción en la primera mitad de 2025″.

No todo son malas noticias para la compañía. Su negocio de almacenamiento de energía crece "a toda velocidad", facturando 2.730 millones de dólares en el primer trimestre, un 37% más que el año anterior. Además, la venta de derechos de emisión de CO₂ a otros fabricantes le reportó 595 millones de dólares, un 35% más. Estos segmentos han evitado que Tesla entrara en pérdidas durante el trimestre.

Las acciones de Tesla han caído un 37% en lo que va de año y más de un 50% desde sus máximos de diciembre, situando su capitalización bursátil en aproximadamente 750.000 millones de dólares.

De cara al futuro, la compañía deposita sus esperanzas en los robotaxis y los humanoides. La producción a gran escala del Cybercab, su taxi sin conductor, está prevista para 2026, mientras Musk espera comenzar a probar como servicio de pago sus coches autónomos sin supervisión en Austin este junio, expandiéndose a otras regiones del país a finales de año.