Salud

Cómo frenar amablemente a alguien que habla demasiado

Copia de EXPRIMERA DAMA HAITI

Cuando alguien domina las conversaciones hasta el punto de agotar nuestra paciencia, puede resultar un verdadero desafío intervenir sin herir sentimientos. Como le ocurrió a una paciente que acudió a terapia para trabajar en su asertividad tras 20 años de matrimonio con un esposo que, aunque inicialmente le parecía entretenido, ahora la abruma con su incesante caudal de palabras.

Según Alison Wood Brooks, profesora de administración de empresas en Harvard Business School y autora de "Talk: The Science of Conversation and the Art of Being Ourselves", nuestros cerebros están diseñados para ser egocéntricos.

"Hablar sobre uno mismo activa en nuestro cerebro las mismas sensaciones placenteras que comer chocolate o tener relaciones sexuales", explica Brooks. Esta recompensa neurológica hace que sea difícil controlarse para muchas personas.

Además, los grandes conversadores suelen recibir refuerzo positivo por su capacidad para informar y entretener. En casos extremos, el habla excesiva puede estar relacionada con condiciones como TDAH, autismo o trastorno bipolar, o puede ser una estrategia para manejar la ansiedad social.

Estrategias efectivas para manejar a los conversadores compulsivos

Examina tu propio papel

Si atraes constantemente a personas que hablan demasiado, pregúntate si tienes dificultad para ser asertivo o si prefieres escuchar antes que expresar tus opiniones. Algunas personas son tan buenos oyentes que inadvertidamente fomentan este comportamiento.

Cultiva la empatía

Recuerda que los grandes habladores no siempre pueden controlarse. Considéralo como un punto ciego o un hábito nervioso, y ten presente que centrarse en uno mismo es parte de la naturaleza humana.

Sé honesto pero amable

Con personas cercanas, prueba una afirmación directa como: "Sé que te gusta compartir tus ideas, pero creo que a veces puedes abrumar a los demás". O más suavemente: "Eres un gran narrador, pero te beneficiaría hacer más preguntas. Así aprenderías mucho".

Aborda situaciones específicas

Como hizo la paciente mencionada, comienza con un contexto concreto: "Entiendo que tienes mucho que contarme al final del día, pero tus actualizaciones son largas y empiezo a desconectar. ¿Y si nos turnamos para ponernos al día?"

Utiliza el humor

Con personas de confianza, un poco de ligereza puede funcionar: "¡Vaya, tienes mucho que decir sobre eso!" o "Creo que acabas de hablar sin pausa durante 7 minutos y medio".

Introduce un nuevo tema

Los habladores compulsivos pueden estancarse; ayúdales introduciendo algo nuevo e interesante en la conversación. Aunque parezca descortés, podría ayudar a tu amigo a salir de su necesidad ansiosa de llenar el silencio.

Ayúdales a terminar elegantemente

Ofrece un resumen como: "Entonces, parece que lo que dices es…" o si es un tema emocional: "Sé que esto es molesto, ¿puedo darte mi opinión?"

Establece un límite de tiempo

Anticípate estableciendo un límite temporal: "Encantado de hablar, pero solo tengo 15 minutos antes de mi próxima llamada/cita/compromiso".

Retírate si es necesario

Como último recurso, siempre puedes inventar una emergencia: un viaje al baño, una visita al bar o la necesidad urgente de responder un mensaje.

Los grandes conversadores pueden ser fascinantes y entretenidos cuando aprendemos a establecer límites saludables. Esto nos permite disfrutar de lo mejor de ellos sin acumular resentimiento, creando una dinámica más equilibrada para todos.