Berlín — El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) logró su mejor resultado electoral desde 1945 en los comicios federales del domingo pasado, posicionándose como segunda fuerza política con cerca del 20% de los votos. Este hito, en un país marcado por el trauma nazi, refleja un cambio tectónico en su sociedad. Estas son las claves:
1. Crisis económica: el fin del "milagro alemán"
Alemania, otrora "locomotora de Europa", enfrenta su peor estancamiento en décadas:
- Recesión técnica: El PIB se contrajo un 0.3% en 2024, arrastrado por la dependencia del gas ruso (cortado tras la guerra en Ucrania) y una industria automotriz rezagada en la transición eléctrica.
- Falta de innovación: Solo el 18% de las pymes han adoptado IA, frente al 35% en EE.UU. (Informe Destatis, 2024).
- Coste energético: El gas natural licuado (GNL) importado es un 40% más caro que el ruso, según el Instituto IFO.
Efecto político: El descontento se canaliza hacia la AfD, que promete "proteccionismo económico" y reducir la burocracia. "La gente ya no cree en los partidos tradicionales para reactivar el empleo", explica Wolfgang Münchau, autor de Kaput: el fin del milagro económico alemán.
2. Migración: miedo, seguridad y narrativa de "reemigración"
La AfD ha capitalizado el malestar por la gestión migratoria:
- Cifras: Alemania acogió a 2.4 millones de refugiados desde 2015 (sirios, afganos y ucranianos).
- Inseguridad: Ataques como el atropello en el mercado navideño de Berlín (diciembre 2023), con un migrante afgano como autor, alimentaron la narrativa de "caos".
- Propuesta radical: La AfD exige deportar incluso a migrantes legales "no integrados", pese a que el 12% de la fuerza laboral es extranjera (Oficina Federal de Estadística).
Paradoja: Un estudio de la Agencia Federal de Trabajo (octubre 2024) reveló que sin migrantes, Alemania perdería 209,000 empleos en un año. Sin embargo, el discurso del miedo cala: el 58% de los votantes de la AfD citaron la migración como su principal preocupación (encuesta Forsa).
3. Juventud y redes sociales: la batalla cultural
Los jóvenes alemanes (18-24 años) son el talón de Aquiles del sistema:
- Apoyo joven: El 21% de este grupo votó por la AfD, frente al 16% en 2019. Entre hombres jóvenes, el apoyo llega al 26% (Pew Research Center).
- Desencanto con la izquierda: "Los partidos progresistas se centran en el feminismo y lo ‘woke’, pero los jóvenes varones se sienten excluidos", señala Rüdiger Maas, del Instituto de Investigación Generacional.
- Estrategia digital: La AfD domina TikTok (910,000 seguidores de Alice Weidel) y aprovecha algoritmos para difundir consignas contra la "censura de medios tradicionales". Cuentas afines no oficiales multiplican su mensaje, según el Instituto para el Diálogo Estratégico.
Normalización del pasado: Algunos jóvenes cuestionan el "exceso de culpa" por el nazismo. "No soy nazi, pero ya basta de que nos marquen por la historia", declaró un votante de 19 años a la BBC.
Contexto internacional: ¿Europa hacia la derecha?
El fenómeno no es aislado:
- Francia: Marine Le Pen (Agrupación Nacional) lidera las encuestas para 2027.
- Italia: Giorgia Meloni (Hermanos de Italia) gobierna en coalición desde 2022.
- España: Vox es tercera fuerza, con 15% de intención de voto.
¿Y el cordón sanitario? Los partidos tradicionales alemanes (CDU/CSU, SPD) descartan coaliciones con la AfD, pero su crecimiento fuerza un replanteamiento estratégico. Mientras, la UE observa con inquietud: Alemania es el pilar del proyecto europeo, y su giro a la derecha podría redefinir políticas clave como migración y clima.