Los deepfakes, imágenes, videos o grabaciones de audio creadas por inteligencia artificial que parecen reales pero son manipuladas, se están convirtiendo en un problema creciente en las escuelas. Según una encuesta del Centro para la Democracia y la Tecnología, un 40% de los estudiantes y 29% de los maestros dijeron estar al tanto de deepfakes relacionados con su escuela compartidos en el último año escolar. De estos, un 15% de los estudiantes y 11% de los maestros conocieron deepfakes íntimos o sexualmente explícitos sobre personas de su escuela.
Aunque este tipo de incidentes tiene consecuencias graves, como depresión, ansiedad y problemas sociales para las víctimas, muchas escuelas no tienen políticas claras sobre cómo manejar los deepfakes. El 57% de los estudiantes de secundaria, 62% de los maestros y 67% de los padres dijeron que sus escuelas no habían compartido procedimientos sobre este tema.
Los padres tienen un papel fundamental en la prevención de este problema. Deben hablar con sus hijos sobre los riesgos de crear o compartir deepfakes, especialmente los íntimos, y fomentar una cultura de empatía. Como advierte la abogada Lindsay Lieberman, el daño de los deepfakes puede ser tan real como si las imágenes fueran auténticas, causando angustia emocional y problemas en la vida social y profesional de las víctimas.
Es esencial que los padres enseñen a sus hijos no solo a evitar involucrarse en la creación de deepfakes, sino también a no compartirlos ni darles "me gusta". Estas conversaciones deben centrarse en la empatía y la comprensión del impacto emocional que puede tener en una persona, especialmente cuando se trata de una víctima en su comunidad escolar.
En resumen, los padres deben ser proactivos y hablar con sus hijos sobre las implicaciones de los deepfakes, para proteger a los estudiantes de esta amenaza digital y fomentar una cultura de respeto en línea.