Según el último balance del Ministerio de Sanidad de Gaza, publicado este miércoles, 241 gazatíes han perdido la vida y 606 han resultado heridos desde que entró en vigor el acuerdo de cese al fuego el pasado 10 de octubre. Las cifras, que recogen las víctimas hasta la jornada del martes, reflejan la persistente violencia en el territorio a pesar del contexto de tregua.
Durante el día de ayer, las autoridades sanitarias registraron un fallecido y dos heridos a causa de las acciones militares israelíes. En la misma jornada, los equipos de defensa civil lograron recuperar dos cuerpos más de entre los escombros, en medio de denuncias sobre la escasez de maquinaria pesada para realizar labores de rescate eficaces.
Una tregua bajo presión
Casi un mes después de la firma del acuerdo entre Israel y Hamás, la situación en Gaza se mantiene extraordinariamente frágil. Uno de los episodios más graves desde la entrada en vigor del alto el fuego ocurrió el 28 de octubre, cuando un bombardeo israelí de 16 horas consecutivas causó al menos 110 muertos, en su mayoría civiles.
Las autoridades palestinas han señalado que miles de personas podrían permanecer aún atrapadas bajo los escombros de edificios destruidos durante los dos años de ofensiva, sin recursos suficientes para su localización y rescate.
Cifras acumuladas de un conflicto prolongado
En el marco general del conflicto, las cifras continúan siendo abrumadoras: desde que Israel inició su invasión a Gaza tras los ataques del 7 de octubre de 2023, el número total de fallecidos asciende a 68.875, mientras que 170.679 personas han resultado heridas, de acuerdo con los registros oficiales del Ministerio de Sanidad gazatí.
Este panorama subraya no solo el costo humano inmediato, sino también las profundas secuelas estructurales y humanitarias que persisten en el territorio, incluso durante los períodos de calma formal.
